CATEDRAL DE DUITAMA

IGLESIA CATEDRAL DE DUITAMA

DUITAMA ACTUAL

DIBUJO

DUITAMA ANTIGUA

HISTORIA DE LA IGLESIA CATEDRAL DE DUITAMA

Quiero iniciar estas anotaciones remontándome al contrato que se celebró en 1.603 para la construcción de la primera Iglesia de Duitama. A tal efecto me limito a transcribir el acta correspondiente tomada del documento "VISITAS DE CUNDINAMARCA" TOMO V Fol. 901 y s.s. y publicada en el REPERTORIO BOYACENSE, por José Mojica Silva. 

“En la ciudad de Santa Fé de nueve (9) de mayo de 1.603 años, ante mí el presente escribano y testigos con asistencia del señor Licenciado Luis Henríquez del Consejo de su Majestad, su Oidor en la Real Audiencia deste Reino y Visitador General de los partidos de Tunja y de los Oficiales de la Real Hacienda deste Reino don Pedro Henríquez de Novoa Thesorero y Juan - Beltrán de la Sarte Contador, pareció presente Gaspar de Parada oficial carpintero vecino de la ciudad de Tunja residente en esta de Santa Fé y dijo que por cuanto de la visita que hizo el dicho señor Oidor y Visitador General del pueblo y repartimiento de Duitama de la Real Corona, constó haber 340 indios útiles y tributarios sin la demás gente que son por todos mil y cuarenta y tres (1.043) personas las cuales se doctrinaban en una ramada de paja hecha dentro de unas tapias falsas, sin puertas y con mucha indecencia, las cuales se vieron y constó no poderse cargar sobre ellas y por petición que Miguel de Miranda, cantero, residente en la ciudad de Tunja, presentó en la REAL AUDIENCIA deste Reino ante los señores Presidente y Oidores della en doce de septiembre del año pasado de 1.602, le ofreció de hacer una Iglesia de cimientos de piedra, tapia y teja en el dicho repartimiento de Duitama, de la Real Corona con ciertas condiciones como se han hecho otras, con que para hacerla se le diese y pagase mil y doscientos pesos oro de veinte quilates por sus salarios y daba fianza de lo cumplir y por los dichos señores Presidente y Oidores se proveyó que se pregonase la dicha postura por término de treinta días y el dicho señor Oidor tuviese cuidado de que el remate se hiciese. En cuya virtud se dieron los pregones y no hubo persona que hiciese bajar, por lo cual en veinte y dos de octubre de dicho año, con asistencia del señor Oidor, Fiscal de su Majestad y Jueces Oficiales Reales se remató la obra y fábrica de la dicha Itglesia de Duitama en el dicho Miguel de Miranda en los dichos mil y doscientos pesos oro de veinte kilates de su postura. 

Después de lo cual el susodicho hizo transpaso del dicho remate en el dicho Gaspar de Parada para que hiciese la dicha obra atente a estar preso por deudas. El cual dicho traspaso y escritura que sobre ello otorgó el dicho Gaspar de Parada presentó en la Real Audiencia y se ofreció al cumplimiento del dicho remate debajo de la voluntad de los fiadores del dicho Miguel de Miranda y suplicó se cumpliese con él pues aceptaba el dicho traspaso y los dichos Oficiales Reales le pagasen el primer tercio para que él prosiguiese la dicha obra y se le diese el recaudo conveniente. Y visto por los señores Presidente y Oidores el dicho traspaso proveyeron que afianzando se tenía por bien el traspaso. Conforme a lo cual el dicho Gaspar de Parada en cumplimiento del dicho remate y traspaso, dijo y otorgó que se obligaba y obligó de hacer una Iglesia en el dicho repartimiento de Duitama para la administración de los sacramentos y conversión y doctrina de los naturales del con las condiciones que el dicho Miguel de Miranda se obligó, que son las siguientes:

(Siguen las especificaciones y detalles completos del cuerpo de la iglesia, del altar mayor, de la portada, púlpito, etc., etc.) 

Esta iglesia, de una sola nave y cuya construcción se inició en 1.604, prestó sus servicios a la feligresía hasta finales del siglo XIX. 

Pasemos directamente al año de 1.872 cuando se empezaron a dar los primeros pasos para la construcción de la catedral actual: 

En visita Pastoral practicada por el Excelentísimo Señor Arzobispo de Bogotá, Vicente Arbeláez, en el mes de noviembre de 1.872, dejó en el acta correspondiente severas críticas por el estado de ruina en que se hallaba la iglesia. 

El Párroco Pedro Pineda, fastidiado por las anotaciones del Arzobispo, convocó a una junta de vecinos y se determinó construir un gran templo todo en piedra labrada. 

La primera piedra, en ceremonia especial, se colocó el 6 de enero de 1.873 después de la solemne misa mayor en honor al NIÑO DIOS patrono de Duitama.

El discurso correspondiente estuvo a cargo de Víctor Nuncira, abogado que se enorgullecía de tener pura sangre indígena sin ninguna mezcla española, pero descendiente de la familia del Tundama. El párroco Pineda fue cambiado el 9 de enero de 1.874 y lo sucedió Ezequiel Rojas. Los trabajos avanzaban muy lentamente pero el 9 de enero de 1.880 se posesionó como párroco el doctor Pacífico Corredor quien ya había estado al frente de este cargo de 1.866 a 1.871 y ahora llegaba entusiasmado y resuelto a impulsar los trabajos del templo. 

Su mandato terminó el 27 de septiembre de 1.884; lo sucedió Enrique Suárez, muy ligado a este municipio, quien preocupado por lo engorroso de la obra y la demora en el labrado de la piedra, provocó una junta de vecinos y se resolvió continuarla en ladrillo cocido. Uno de los arcos principales que sostiene la cúpula así como los arcos de las naves laterales y las columnas correspondientes se construyeron con este material, en la actualidad disimulado con pañete y pintura imitación piedra. El Padre Suárez fue cambiado el 13 de noviembre de 1.889 y lo sucedió el Padre Abigail Morales quien tan solo estuvo dos meses y medio pues el 2 de enero de 1.890 le entregó la parroquia al nuevo titular, padre Francisco Becerra hijo muy dilecto de Duitama, quien, rectificando el error de Suárez, resolvió continuar la obra nuevamente en piedra labrada pero pidió y consiguió que determinados matrimonios se hicieran cargo, cada familia por separado, de costear el valor de la confección de los arcos que forman el cuerpo de la Iglesia, según los planos. Así se hizo y actualmente se pueden leer las correspondientes inscripciones en cada uno de ellos. 

Becerra fue cambiado el 21 de septiembre del año 1.900 y sigue una lista de 16 párrocos más, que si bien es cierto que algo tuvieron que ver con la obra del templo, no registran hechos dignos de anotar. Su enumeración se hace en las notas adicionales para continuar este relato trasladándonos directamente al año de 1.911. 

El primero de junio de 1.911 se posesionó como párroco el Padre Patricio Puentes quien estuvo al frente de su cargo hasta el 17 de julio de 1.923. El Padre Puentes, aun cuando la Iglesia estaba construida y techada únicamente hasta la mitad, resolvió iniciar la construcción del frontis o fachada con planos de el padre dominico Hugo Orjuela. Una leyenda incrustada en el frontis deja constancia de la iniciación de esta obra. 

Es conveniente anotar que el Padre Puentes deseoso de apurar los trabajos convocó a una junta de vecinos y por su intervención se convino en no continuar el labrado en piedra de las hermosas filigranas que se observan en las primeras arcas y que complementan la belleza del cornizón mayor. Se alegó que era innecesario el labrado de tales arabescos porque al pañetar la Iglesia se podían configurar con la mezcla del pañete. (Se creía que terminada la obra, las paredes de piedra iban a ser cubiertas con pañete, lo que hubiera sido una gran estupidez). 

Al Padre Puentes lo sucedió el Presbítero Miguel S. Pérez, del 22 de julio de 1.923 al 10 de mayo de 1.928. Pérez fue el gran impulsador de la obra y también del progreso de Duitama. A él se le debe la fundación del Colegio de la Presentación, del Hospital, del Instituto Boyacense para Varones y de la creación de la Banda de Música que dio su primera retreta el domingo de Ramos de 1.926. Techó el resto del cuerpo de la Iglesia y construyó la cúpula armada en grandes chaflones de eucaliptus, curvos, entrelazados con plantillas de hierro que se atornillaban a dichos chaflones. La cúpula fue cubierta íntegramente con gruesas láminas de cobre puro. El ejecutor de esta obra fue don Cayetano Becerra muy amigo del Padre Pérez trasladado a Sogamoso en Mayo de 1.928. 

Difícilmente se volverá a observar una manifestación tan sincera y numerosa para solicitarle al párroco que no aceptara el nombramiento para la vecina Ciudad del Sol y continuara como párroco de Duitama. En esta manifestación llevó la vocería Don Horacio Isaza personaje sogamoseño muy admirado allí como escritor y literato que por circunstancias especiales se había venido a vivir a esta ciudad y en una pequeña librería de su propiedad, lo mismo que en Sogamoso, organizaba interesantes tertulias de corte intelectual y literario. Desafortunadamente el Señor Obispo insitió en el traslado del Padre. Anoto como dato curioso que Don Horacio, quien a pocos meses también se regresó para Sogamoso, fue el orador en los funerales del Padre Pérez fallecido a mediados de 1.930. 

En reemplazo del queridísimo Padre Pérez fue nombrado el Padre Mardoqueo Vargas Cerón (23 de mayo de 1.928 a 29 de mayo de 1.939), a quien se le ocurrió demoler la cúpula construída por el Padre Pérez y hacer una nueva en hierro y concreto; esto disgustó enormemente al pueblo duitamense que guardaba increíble veneración por el Padre Pérez y que consideró un irrespeto con él, el tumbar la cúpula que había dejado construída. 

Esta actitud del Padre Vargas le trajo muchas contrariedades pues las gentes, que tanto le habían colaborado al Padre Pérez, se negaban a ayudarle al nuevo párroco pero a pesar de esta actitud negativa, pudo continuar la obra del frontis que dejó a la altura de la arcada central. El Padre Vargas resolvió embarcarse en la construcción de una nueva casa cural y al efecto consiguió la autorización del Obispo de Tunja, Monseñor Eduardo Maldonado Calvo para vender la casa cural vieja y comprarle al municipio el terreno aledaño a la Iglesia en donde funcionaban las escuelas públicas. Centró sus actividades en la construcción de la casa cural y de la cúpula nueva pero la feligresía deseaba que se iniciara la obra de ornamentación pues la Iglesia, terminada en obra negra por el Padre Pérez, estaba sin cielo raso, sin pisos y sin ventanales y como el párroco se negaba a ejecutar estas obras, el pueblo a su vez se negaba a contribuirle. 

Por la muerte del Padre Vargas ocurrida en Mayo de 1.939 fue nombrado el Padre Aquileo Garavito quien se posesionó el 17 de agosto del mismo año. El Padre Garavito construyó las torres del frontis, compró el reloj con los dineros dejados 30 ó 40 años atrás por don Emiliano Calderón. ($3.000 que con los intereses se habían aumentado lo necesario para pagarlo). Fue claro en manifestar que él no adelantaría la obra de ornamentación porque consideraba indispensable abrir ventanales en la nave central lo que implicaba romper los muros de piedra arriba del cornizón, obra que le parecía demasiado complicada. 

En los mismos círculos eclesiásticos se hablaba de la Iglesia de Duitama como del túnel de piedra debido a que era demasiado oscura. Garavito resolvió construir la capilla de la nave derecha que no había sido ni siquiera techada y estaba aislada del cuerpo del templo por una pared provisional de adobe; es la misma capilla que se llamó del Perpetuo Socorro y destinada hoy al culto del Santísimo. Desafortunadamente ejecutó la obra en ladrillo sobre los muros de piedra que estaban construídos hasta la altura de la corniza grande; dejó completamente terminada esta obra y dijo en repetidas ocasiones a la ciudadanía que así era como había que reformar todo el cuerpo de la Iglesia. (Esta capilla difiere en su estilo del resto del templo pues cuando se hizo la reforma general se dejó tal como estaba). 

El 8 de junio de 1.948 se posesionó el Padre Cándido Quintero quien venía precedido de una gran fama como constructor de Iglesias. Asesorado por los arquitectos que le habían colaborado en otras parroquias y con planos completísimos, resolvió destechar la Iglesia, abrir ventanales en la nave central y hacer el embovedado del cielo raso en cemento y hierro. El techo anterior era de madera, caña brava y enchín de barro para el tejado. 

Yo presencié el llanto de muchos campesinos cuando al domingo siguiente de iniciarse la obra, encontraron su Iglesia destechada y tiradas en el suelo las gigantescas vigas de eucaliptus del armazón anterior. 

El Padre Quintero se comprometió en una completísima remodelación, obra que ejecutó en poco tiempo. También con planos de los mismos diseñadores hizo construir un nuevo altar mayor y en el mismo estilo los 4 altares laterales.

 

Ya completamente terminada fue consagrada el 5 de enero de 1.953 por el entonces Nuncio de Su Santidad, Monseñor Antonio Samoré, en solemne ceremonia que culminó el 6 de enero con una misa pontifical de acuerdo con el imponente y majestuoso ritual de esa época. El templo fue consagrado en honor del NIÑO DIOS, ochenta años exactos después de la fecha de colocación de la primera piedra. 

Lo único criticable en la obra del Padre Quintero, que era hombre de grandes ejecutorias, buen gusto pero caprichoso y muy mandón, fue la confección de los ventanales en feos bloques de concreto con vidriería de colores no muy apropiados; ventanales que no corresponden a la majestad del templo. 

Quiero anotar que sin que existan documentos o declaraciones reales, ha corrido entre las gentes con gran insistencia el rumor de que por diferencias del pueblo con uno de los párrocos del siglo pasado a quien expulsaron en forma violenta -la tradición omite el nombre del párroco- ya de salida, desde el alto de Cargua; por el camino nacional de entonces, antes de trasponer la colina y desde donde veía la panorámica de Duitama, echó la maldición de que esta Iglesia nunca estaría completamente terminada. (Parece que por este incidente se nos dio a los Duitamenses el remoquete de MATA-PADRES). 

El Padre Quintero murió el 5 de mayo de 1.960. El nuevo párroco Lorenzo Torres se posesionó el 27 de enero de 1.961; compró, atrás del muro del altar mayor, los terrenos para la Sacristía pues ésta estaba proyectada detrás de la llamada hoy capilla del Santísimo. 

Torres fue cambiado el 25 de junio de 1.962 y su reemplazo, el Padre Roberto Avella Talero, tomó posesión el 29 del mismo mes. 

Con ocasión de los mandatos del Concilio Vaticano II correspondió al Padre Avella retirar los altares (por no decir destruirlos), destruir también la hermosa baranda del comulgatorio y reformar el presbiterio. 

El Padre Avella se interesó en construir la proyectada sacristía y para comunicarla con la Iglesia tuvo que hacer romper el gran muro posterior para empotar las puertas correspondientes. También, por las continuas filtraciones en la plancha de cubierta, se vio obligado a techar con teja eternit la misma plancha pues se le dijo que la impermeabilización no daba garantías por mucho tiempo. El fuerte temblor ocurrido el 29 de julio de 1.967 averió considerablemente los dinteles de las puertas del frontis y hubo peligro de que se cayeran algunas piedras por lo cual, después de que con un poderoso GATO se hicieron ajustar las piedras nuevamente en su sitio, se aprisionó toda la fachada con una gigantesca viga de concreto que va por encima del techo y sostenida por dos columnas en cada extremo que se pueden observar al entrar por las puertas de las naves laterales. 

¡¡Parece que se cumple la maldición!!

El 7 de marzo de 1.955 por Decreto de Su Santidad Pio XII, se creó una nueva Diócesis en Boyacá con capital en Duitama. Por esta circunstancia nuestra Iglesia Parroquial fue elevada a la categoría de CATEDRAL…

Monseñor Avella renunció por motivos de salud; su sucesor el Padre Gonzalo Buitrago, tomó posesión el 28 de febrero de 1.979 y estuvo al frente de este cargo hasta el 5 de mayo de 1.983 día en que se posesionó Monseñor Luis Antonio Corredor Chaparro, … Se empeñó en reformar el atrio y darle mejor presentación a los muros y zonas aledañas a la Catedral; el embellecimiento del cuerpo interno de la Iglesia y el cambio de los ventanales por vitrales más acordes con el estilo y majestad del templo. 

NOTAS ADICIONALES 

La piedra que se necesitó para la obra del templo fue traída en su totalidad de una cantera, en la loma de Cargua, arriba del Cementerio por el camino nacional para Bogotá y dentro de los terrenos de propiedad del gran educador Zenón Solano Ricaurte y más tarde de su hijo Guillermo Solano Mariño. Uno y otro en forma completamente gratuita permitieron sacar toda la necesaria para la obra. 

El templo en obra negra, como lo había dejado el párroco Pérez, tenía un bellísimo altar con una preciosa talla del gran ebanista Leonidas Rosas pero con la remodelación general fue retirado ya que se ordenaron altares en un nuevo estilo más acorde con las líneas de la construcción. 

El NIÑO DIOS se ha considerado siempre como patrono principal y San Lorenzo como el segundo; con la creación de nuevas parroquias quedó establecido eclesiásticamente el Niño Dios como patrono de todo Duitama y San Lorenzo como patrono en particular de la Parroquia de la Catedral. 

¿Cuándo llegó la preciosa imagen del Niño Dios? ... 

Muy difícil poder encontrar datos precisos; como era costumbre que la Corona Española obsequiara la imagen del patrono cuando se construían nuevas parroquias, es muy posible que al elevar a Duitama de DOCTRINA CRISTIANA A PARROQUIA, su Majestad el Rey le hubiera regalado tan bella imagen. 

Los 16 párrocos bajo cuya responsabilidad estuvo la parroquia de 1.900 a 1.911, muchos de ellos por escasos días o meses son los siguientes: 

Nicolás Sandoval, septiembre 29 de 1.900 a noviembre 29 de 1.900; 

Siervo Garzón, diciembre 20 de 1.900 a mayo 2 de 1.901 ; 

Rafael Amaya, mayo 4 de 1.901 a junio 30 de 1.902;

Nicolás Sandoval, julio 5 de 1.902 a agosto 1º de 1.902; 

Obdulio María Medina, agosto 6 de 1.902 a marzo 20 de 1.903; 

Nicolás Sandoval, marzo 21 de 1.903 a noviembre 14 de 1.906; 

Tito Pablo Avella, noviembre 16 de 1.906 a diciembre 23 de 1.906; 

Efraín Rosas, diciembre 29 de 1.906 a enero 4 de 1.907 ; 

Jorge Becerra, enero 20 de 1.907 a 1º de febrero de 1.907; 

Marco Aurelio Quintero, febrero 2 de 1.907 a abril 2 de 1.907; 

Ramón Corredor, abril 10 de 1.907 a abril 30 de 1.907 

Marco Aurelio Quintero, mayo 4 de 1.907 a diciembre 25 de 1.907; 

Pedro Benito Calderón, enero 1º de 1.908 a febrero 17 de 1.908; 

Marco Aurelio Quintero, marzo 5 de 1.908 a agosto 18 de 1.909; 

Francisco Becerra, agosto 18 de 1.909 a octubre 4 de 1.909; 

Rafael Amaya, octubre 5 de 1.909 a mayo 30 de 1.911. 

Las campanas que se utilizaban en épocas de la Colonia eran fundidas en hierro y confeccionadas en España; después se principiaron a fundir en cobre con estaño y para que quedaran más sonoras se les solía agregar, así fuera en poca cantidad, algo de metal fino (oro, plata, o níquel)

Como la campana mayor de la Iglesia se había dañado, el párroco Patricio Puentes, en 1.918, mandó fundir una nueva; trabajo que realizó Juan José Tristancho, fundidor que tenía su taller en Punta Larga, jurisdicción de Nobsa, ayudado por su hijo Marco Tulio a quien conocí personalmente así como a su hijo Hernán... 

El Padre Puentes solicitó a las familias que obsequiaran morrocotas, anillos, objetos de plata, monedas de níquel etc. Contaban, quienes presenciaron la fundición, que en un costal (paca de fique) llevaron a Punta Larga más o menos dos arrobas de metal fino representado en morrocotas, copas, bandejas y monedas de plata y níquel acuñadas en Ley 0900 que era el medio circulante en esos tiempos. Así que esta campana que pesa en total cuarenta arrobas, tiene aproximadamente dos arrobas de metáIes finos especialmente oro.

Cuando el Padre Quintero se hallaba empeñado en la remodelación y acabados completos del templo, un grupo de quince ciudadanos lo visitamos para ofrecerle que a nuestro costo ordenara la talla en piedra de las cornizas de los arcos y arabescos del cornizón mayor que deberían colocarse fijadas con cemento. Cada uno se comprometía a pagar el valor de lo correspondiente a un arco pero el Padre rechazó la oferta alegando la demora de un trabajo tan delicado y del afán que él tenía de terminar la obra para dedicar sus esfuerzos a otras en beneficio de la ciudad. 

Algunos episodios aquí narrados los he leído en diversas publicaciones de orden histórico, otros me los relataron fielmente mis mayores o los viví desde mi lejana niñez y primera juventud pero que me quedaron claramente grabados en la memoria. Los datos precisos de nombres y fechas los he conseguido en los archivos de la parroquia o en los de las curias de Bogotá y Tunja. Los de la parroquia están muy incompletos pues un incendio ocurrido a fines del siglo pasado, destruyó los más valiosos documentos. 

 

PLANOS Y ESTILO

Ha sido imposible encontrar datos sobre el arquitecto o proyectista que elaboró los planos de este hermoso templo en el que predomina el estilo romano mezclado con dórico y tintes de cierto barroco español. 

Es curioso que en la fachada (planos del Padre Orjuela) se haya mezclado, como se observa en los copulines en que rematan las torres, el estilo característico de las Iglesias ortodoxas rusas. 

SE OBSERVA: Planta en cruz con tres naves separadas por columnas; cúpula y linterna. Columnata y nave central en arcos de medio punto, columnas en estilo dórico romano; la distancia entre las columnas de los dos últimos arcos, cuarenta centímetros más corta. Las naves laterales están iluminadas con ventanas rectangulares verticales y cuya parte superior corresponde a un arco escarzano. El cielo raso de estas naves es plano. 

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Estos datos históricos fueron tomados del documento HISTORIA DE LA IGLESIA CATEDRAL DE DUITAMA, cuyo autor fue el señor Felix María Segura Medina, de fecha abril de 1987.